Consecuencias

Consecuencia inmediata. El periodo conocido como de entreguerras, Hungría estuvo dirigido por el general Miklós Horthy cuya ambición principal era conseguir el florecimiento cultural y la recuperación de los territorios perdidos. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, Horthy no duda en apoyar a la Alemania nazi pues veía  en Hitler la figura que podría recuperar el sueño de la Gran Hungría. El resultado todos lo conocemos. Deportación y matanza de miles de judios y pérdida de la guerra una vez más.

Consecuencias actuales.
Diciembre de 2004. Hungría convocó un referendum para decidir si se ofrecia la ciudadanía húngara a los magiares que viven en el exterior del pais. Si bien el referendum fue favorable pues el 52% de los votos emitidos así lo demostraba, la baja participación, menos del 25% del censo electoral, hace que dicho referendum fuese un fracaso pues es inferior al mínimo que exige la ley. 

Mayo de 2010. El parlamento húngaro  aprueba una ley por la que facilita otorgar la nacionalidad a las persona de etnia magiar que viven en el extranjero. La Unión Europea puso el grito en el cielo y el primer ministro eslovaco, Robert Fico no tardó en afirmar que la ley es "un peligro vital" para la soberanía del país. Y yo pregunto ¿qué país? ¿Acaso Eslovaquia no nació de los territorios robados a Hungría en 1920? ¿Hay que recordar al primer ministro eslovaco que la capital de su país, Bratislava, la Pozsony húngara fue capital del reino de Hungría durante la ocupación otomana desde 1541 hasta 1784? ¿acaso no es una consecuencia de la vejación de Trianon.?¿Podemos reprochar a Hungría esta medida? ¿Tenemos la suficiente fuerza moral para hacerlo?¿Se ha pedido perdón a Hungría por semejante atropello?
Creo que la Unión Europea debería profundizar en este enorme problema creado, todo hay que decirlo, por Francia e intentar buscar alguna solución para esas minorías que han quedado desplazadas de su país por el antojo o la venganza de unos vencedores de una guerra tan cruenta como fue la Primera Guerra Mundial.

"No creo en la Unión Europea, creo en Hungría." Estas palabras fueron dichas por el actual primer ministro húngaro, Viktor Orbán líder del partido ultraconservador Fidesz, en el Parlamento nacional.

 El historiador Julián Casanova autor del libro Europa contra Europa explica como Fidesz "busca construir parte de su identidad política a partir de la historia. 

La única tradición histórica nacional a la que pueden recurrir es al periodo de Horthy, que ni siquiera se reconoce como dictadura, sino como una fase difícil de la historia nacional en la que Hungría fue invadida por ideologías ajenas a su historia, primero por los nazis y después por los comunistas. En medio de todo eso, Horthy era un patriota”.

A pesar de que todos estos paises ya forman parte de la Unión Europea, a excepción de Serbia, el problema no está ni mucho menos terminado. ¿Lo estará algún día?

Como dijo un sabio, el primer paso para alcanzar la perfección es admitir los propios errores cuando se cometen y este caso Hungría, debe reconocer algunos errores que si bien no llevaron al robo que supuso Trianon, si generaron actuaciones posteriores de los territorios que quedaron separados de Hungría.

Y el error fundamental que cometieron los húngaros fue en materia lingüística. Y en esto las semejanzas con la España de Franco son incuestionables. Antes de Trianon la lengua oficial del país era el húngaro y en los colegios era obligatorio el estudio de la lengua, literatura e historia húngara ya fueran en Transilvania donde existía un fuerte y activo sentimiento nacionalista, Eslovaquia o Croacia. Por ello no es de extrañar que cuando estalla la Guerra las lealtades de estas minorías  fueran más que dudosas. Según un historiador actual " Trianon nos ha salvado de una ETA" es decir: la pérdida forzosa de Trianon salvó a Hungría de sufrir las consecuencias, en forma de terrorismo, de una política hacia las minorías errónea.

Hoy 27 de octubre de 2013, manifestación en muchas ciudades de Transilvania y en Budapest en favor de la independencia de Transilvania. El descontento de los transilvanos hacia el gobierno rumano es claro y evidente. El apoyo a esta iniciativa por parte del pueblo húngaro es curioso, parece decir: antes independientes que pertenecer a Rumanía. El problema sigue vigente después de 80 años.